lunes, 21 de noviembre de 2011

Mata Mata Voodoo.



La chimenea crepita en la pequeña y roñosa cocina, la mecedora ruge con sutileza a cada mínimo movimiento que hace la anciana. Las artes oscuras la hicieron tener la vida más apacible del pueblo, todos sabemos porqué. Las largas uñas rotas y peladas sostienen con esmero un muñeco de trapo y paja, los ojos de Mata Mata vizquean al concentrarse en él tras las gafas de aumento, la vieja tortuga pierde el pulso, se relame el pico, afina la vista de nuevo. La aguja se cae y la abandona, y vuelve a coger otra y a entrecerrar los párpados como si le fuese la vida en ello. Los años han pasado factura y ya no es el chamán que siempre fué. No puede hacerlo, emite un soplido fatigoso, cierra la boca y en lentitud rabiosa tira el muñeco directamente al fuego...

... Y en el fondo del bosque cienagoso, se oye un grito desmesurado.



Fué un personaje para DigiPen la universidad de Videojuegos europea. Fué ganador con esa carica tan linda. La idea fué un cumulo de mucha caca cerebral, y una maravillosa y felicidad absoluta que siento por este tipo de tortugas, las Mata- Mata. Son de esos animales que nunca paran de sonreir.




1 comentario:

  1. Qué pasada. Ya sabes que me quito el sombrero ante tus ilustraciones. Maestra.

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